El mes de la salud mental

Cuando se habla de salud, solemos pensar en la salud física. Sin embargo, la salud mental es igual de importante y durante el mes de mayo, se crea conciencia sobre este tema.

Por eso, es importante integrar la salud mental a nuestras rutinas de salud. Al igual que se visita el médico y el dentista con regularidad, se debe atender la salud mental, sea por recibir terapia con un profesional de la salud mental o porque se integran prácticas de bienestar a nuestras rutinas.

Como indica la misión y visión, “en Sanación Infinita PR buscamos crear un espacio sólido de herramientas multidisciplinarias de sanación y bienestar. Nuestro esfuerzo nace alrededor de la necesidad individual y universal de obtener un tratamiento de salud coordinado, humano y de calidad. Creamos un espacio individualizado y en comunidad para re-establecer, fortalecer y mantener la salud física, emocional, mental y espiritual de todos”.

La salud física

Para mantener una salud física óptima es importante atender cualquier señal de incomodidad que dé el cuerpo. También es bueno integrar alguna actividad física o de entretenimiento a tu rutina, según tus intereses y necesidades particulares.

La salud emocional

Conectar con el niño interno nos enseña a vivir en el momento y manejar las emociones según se presentan. Si se sienten ganas de llorar o reír, se les puede dar espacio para que no se acumulen. Lo mismo ocurre con la comunicación pues no es bueno retrasar una conversación importante ni aguantar lo insostenible. 

La salud mental

La salud mental tiene muchos componentes desde terapias psicológicas y psiquiátricas hasta actividades que podemos hacer para mantenernos en balance. Por ejemplo, tomar un día libre a mitad de la semana, hacer ejercicios, llevar una dieta balanceada, integrar horas de ocio y descanso, mantener los espacios ordenados y llevar una agenda de asuntos pendientes.

La salud espiritual

Una manera de aportar a tu espiritualidad es dedicándote tiempo a ti misma/o para conocerte mejor. Puedes hacerlo con meditación o escritura, por ejemplo, o cualquier otra actividad que te lleve a reflexionar.

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