La espiritualidad como estilo de vida

La práctica de la espiritualidad se basa en sacar tiempo para estar contigo mismo. Tú decides cuánto tiempo dedicarle y cuándo dedicarle tiempo. La espiritualidad puede ser algo tan sencillo como meditar, escribir, diseñar tu vida a tu gusto, evaluar tus experiencias de vida o cualquier otra manera en que decidas conocerte más profundamente. Además, puedes tener en cuenta tu carta astral y tu signo astrológico en el momento de practicar tu espiritualidad.

 

La carta astral te ayuda a identificar tus fortalezas y debilidades, tu verdadera vocación y el mejor ambiente para lograr el bienestar. Además, te ayuda a evaluar las metas personales, tomar mejores decisiones y desarrollar la espiritualidad.

 

La espiritualidad se convierte en un estilo de vida cuando la haces parte de tu diario. Cuando de una manera u otra, le dedicas tiempo todos los días. Al igual que con un régimen de ejercicios, al principio, hay que ponerlo en agenda, pero con el tiempo se dará de manera automática y natural. Son ejercicios para el alma. Si diseñas tu práctica espiritual basado en lo que dice tu carta astral, tendrás una práctica personalizada que responda a tu propósito de vida.

 

Siempre digo que la felicidad es nuestro estado natural y la espiritualidad es una herramienta para encontrarla porque nos ayuda a hacernos preguntas que nos lleven a encontrar lo que nos hace más felices. Por eso es importante diseñar la vida a nuestro gusto. Es un asunto que parece no estar en nuestras manos, pero con pequeños ajustes y decisiones, se puede llegar a crear una vida verdaderamente placentera.

 

Algunas preguntas para guiarte en esa búsqueda son:

  1. ¿Qué puedo hacer hoy para que mi día sea más placentero?
  2. ¿Cuáles cambios debo hacer para tener una vida más feliz?
  3. ¿Cuál experiencia quiero crear en mi vida?
  4. ¿Cuál meta tengo con relación a mi espiritualidad?
  5. ¿Cómo mejoraría mi vida si desarrollo mi espiritualidad y me conozco mejor?

 

Las respuestas a estas preguntas cambiarán según vayas desarrollando tu espiritualidad. Repítelas cada cierto tiempo para que profundices en tu conocimiento sobre ti mismo.

 

Compartir