Dale cara a la incertidumbre que te paraliza

Hay un sentimiento que prevalece mucho entre los jóvenes millenials. Crece el sentir que estamos lo suficientemente estables que nuestros mecanismos de defensa están en reposo, pero también sentimos que no estamos tan bien que estamos viviendo nuestro “best life” y mucho menos estamos “following our bliss”, o cualquier otro término que nace de la búsqueda de wellness, pero se ha tergiversado y convertido en una presión adicional. Lo que se siente en ese momento es ambivalencia, este sentimiento a su vez es hermano de la zona de confort. Nada te importa, nada tiene prioridad ya que sientes que en realidad no estás haciendo nada de consecuencia para ti y los demás. No importa si escribes un capítulo de esa novela que querías escribir o si ves otro capítulo de Netflix porque, nadie iba a leer esa novela anyway.

La ambivalencia conlleva un conflicto de sentimientos sobre un tema, en lo más básico lo podemos reconocer como sentimientos encontrados. Un ejemplo seria: “quiero dejar mi trabajo, pero tengo miedo a no conseguir algo mejor” o “lo amo, pero no soy feliz a su lado”. En ambos de estos ejemplos, el camino más sencillo de tomar es la inacción, si no actuamos no meneamos el bote, no arriesgamos nada, pero, tampoco ganamos nada. La ambivalencia se manifiesta como incertidumbre e indecisión y el resultado pueda ser evitar el tema o procrastinar como maneras de auto-sabotaje.

Tal vez estás buscando generar más ingresos y te llaman para hacer un trabajo, pero lo dejas hasta el último momento contestar cuando sabes que pueden haber buscado a otra persona. O tal vez buscas una relación romántica pero cuando conoces a alguien, automáticamente lo colocas en el “friend zone”. La ambivalencia ante la incertidumbre está basada en una respuesta de miedo y te cuarta de tomar los riesgos que te llevarán al éxito.

Abajo unos tips de cómo abordar estos sentimientos de ambivalencia y darle cara a la incertidumbre:

1.    Reconocer tus sentimientos ambivalentes y buscar su raíz. Contesta cuales son los miedos asociados con cada tema que te hacen sentir incertidumbre.

2.    Aceptar que cada situación tiene sentimientos positivos y negativos asociados. Nada en la vida es 100% color de rosa, todo tiene sus cons y sus pros, hay que saber discernir cuándo tomar una acción nos lleva a nuestro bienestar.

3.    Entrevista tu ambivalencia. Siéntate con tus sentimientos de ambivalencia y hazle las siguientes preguntas:

a.     ¿Qué es lo peor que puede pasar si tomo esta acción?

b.     ¿Cuáles pueden ser las consecuencias positivas de tomar acción?

c.     ¿Cuáles son las acciones que tomé que me apartan de llegar al éxito?

4.    Toma acción. Una vez definido el camino que quieres recorrer, toma acción medida y deliberada para llegar a tu máximo bienestar.

5.    Buscar ayuda de un profesional. En muchas ocasiones puedes sentir que estás ambivalente pero no tienes las herramientas para salir de ahí. Es importante que busques a alguien que pueda ayudar en estos momentos.

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