Como seres sociales dependemos de nuestras relaciones. Los seres humanos somos criaturas de comunidad. Somos más prósperos cuando tenemos un grupo de amistades con las que compartimos que nos puedan acompañar cuando estamos bien, y a las que podemos acudir cuando estamos mal. También nos nutre ser eso para otra persona ya que nos saca de nuestro microcosmos y nos brinda una oportunidad de ser de servicio. Un buen amigo es capaz de recargar tu energía y fortalecerte y es capaz de convertirse hasta más cercano que un miembro de tu familia.
Tan bueno como esos beneficios que te brinda un buen amigo, un amigo tóxico, en cambio, puede exponerte a todas tus vulnerabilidades. Este tipo de relación es capaz de hacer que tu autoestima se derrumbe y hasta puedes llegar a somatizar y manifestar síntomas físicos de incomodidad al compartir con esta persona.
Cuando entramos en cualquier relación, lo hacemos con las mejores intenciones, y puede que al principio una relación de amistad sea buena y con el tiempo se deteriore. Es muy importante que estemos presentes y prestemos atención a cómo nos sentimos en todo momento. ¿Estamos excusando comportamiento negativo? ¿Nos sentimos animados o drenados luego de compartir con esta persona? Muchas veces sentimos que podemos aceptar una conducta que no es correcta, por todos los años que hemos invertido en la amistad, o porque pensamos que podemos volver a ese momento cuando la relación nos nutría, pero la mayoría del tiempo una relación que se convierte tóxica lo seguirá siendo y lo mejor que podemos hacer es cuidar de nuestro propio bienestar dándole la espalda a esa persona que nos hace daño.
Abajo unas maneras de identificar una relación que se ha convertida tóxica:
1. Competencia-Siempre hay un sentido de que la otra persona compite con nuestros logros en lugar de celebrarlos así no sea expresado explícitamente, no sientes que tu amistad está feliz por tí.
2. Desbalance – Cuando hablan, notas que mientras que escuchas a tu amistad, cuando te toca a tí no le importa los detalles de tu vida ni lo que tienes que decir.
3. Tienes que tratar a tu amistad con pinzas- Sientes que tienes que cambiar tu comportamiento para que tu amistad no se moleste o que tienes que velar lo que dices o de lo que hablas para evitar problemas.
4. Te debilita en lugar de edificarte-Tus amigos deben poder hablarte con honestidad, pero cuando su crítica se convierte en perjudicial es signo de que tu amistad es tóxica.
5. Ansiedad-Pensar en compartir con esa persona te causa ansiedad o malestar porque sientes que estarás drenado.
6. Comunicación Tensa- Tu amistad se comunica de manera pasiva-agresiva en lugar de directamente comunicar sus molestias.
7. Drama- Viven su vida en estado constante de drama y pretenden ahogarte en sus situaciones.
8. “Boundaries”- No respetan los límites que has establecido.
Es importante que nos sintamos empoderados de salir de estas relaciones tóxicas y tengamos suficiente valor de velar por nuestra salud mental.
